"Entonces, se produjo el estallido. La violencia nos despertó".

La identidad de la gente del norte tiene nuevos símbolos. Desde la mirada del ciudadano como testigo protagonista, Carlos Velázquez reflexiona la nueva idiosincrasia del norteño, ahora con la violencia como rasgo característico.

 

"El karma de vivir al norte" es el testimonio del propio autor coahuilense narrado con un humor irónico entre el fuego cruzado de una guerra en la que el ciudadano, padre de familia, pero también consumidor de drogas, se ha visto orillado a cambiar su estilo de vida y ahora evita salir de noche y recurre a las redes sociales como medio seguro de convivencia.

 

Velázquez hace una lectura honesta sobre sus carencias morales, sus temores y la incapacidad de explicar a una niña de cinco años el porqué de las calles militarizadas y la intranquilidad de sus paseos cotidianos.

 

El autor de "La biblia vaquera" y "La marrana negra de la literatura rosa" explora nuevas formas y demuestra, tanto en ficción como en crónica, que la literatura norteña es inagotable, pues la identidad del mismo norte está en continua revisión.

 

(Susana Aguilar)