Los vasos comunicantes de la literatura y el periodismo son inagotables y todavía falta mucho por descubrir en el territorio que ambas actividades cohabitan. Una muestra clara es lo que se ha dado en llamar la poesía documental.

En este género los textos no se construyen a partir de la inspiración del autor, sino con base en las palabras que otros han expresado. Su tarea es documentar la realidad noticiosa mediante la poesía.

Así lo entiende Jacqueline Goldberg, venezolana, autora del libro "Nosotros los salvados. Poesía documental", obra integrada por textos poéticos cuyas frases fueron extraídas de entrevistas con sobrevivientes del holocausto judío.

La escritora se define a sí misma como transcriptora de estos poemas, que en lugar de título llevan el nombre de la persona entrevistada. Aquí un ejemplo:

Anna Rzechte de Rotter

"El día que la guerra terminó/ fue el día más trágico de mi vida./ Todo el mundo bailaba,/ yo en cambio entendí que estaba sola./ No pude soltar una lágrima."

Son poemas de lo terrible, en los que el recuerdo es dolor, advertencia y cura al mismo tiempo. Un arte con visión social, incómodo en ocasiones, esperanzador a veces, surge de este libro.

Ezra Pound escribió que la poesía es noticia que permanece como noticia. Es una frase exacta para el género documental al que pertenecen los textos de "Nosotros los salvados": las confesiones de sobrevivientes del holocausto quedarán en la memoria y no perderán su valor, gracias a la novedad permanente de la poesía.

(José García)