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Tengo amplia experiencia en el servicio público, particularmente los cuatro años que me desempeñé como Gobernador sustituto de Veracruz, durante los cuales realicé obras públicas que aún hoy son orgullo de todos los veracruzanos. Veracruz es un estado rico en bellezas naturales, en cultura y en historia, pero también es un Veracruz trágico, insólitamente atrapado en las estadísticas de la pobreza, el desempleo, la emigración, la falta de oportunidades y la inseguridad. Estamos en los últimos lugares del desarrollo nacional después de haber ocupado los primeros sitios.
Este deterioro lo atribuyo al hecho de que, durante décadas, se construyeron mayorías exclusivamente para votar, que después eran excluidas de importantes decisiones del poder. Mi propuesta va al fondo del problema: me propongo instaurar en Veracruz, con el apoyo de todos los veracruzanos, un gobierno con representación ciudadana en todos los ámbitos del poder público: desde la creación de un Consejo Ciudadano Económico y Social, de consulta obligatoria para la toma de decisiones del gobierno estatal, hasta comités ciudadanos y patronatos de obras en todas las comunidades, en todos los ejidos, en todos los municipios, para que de ellos deriven los planes de gobierno estatal, regional y municipal. El gobierno ciudadano surgirá de la mano de una nueva mayoría: la nueva mayoría ciudadana que se está gestando en Veracruz y en todo México, más allá de los partidos políticos, para acabar con viejas, obsoletas y antidemocráticas formas de gobernar.
Esa es mi propuesta para los veracruzanos: un gobierno ciudadano con rendición de cuentas, que garantice seguridad y métodos modernos y confiables de administración e impartición de justicia; con proyectos y apoyos concretos para jóvenes emprendedores, mujeres, profesionistas, industriales, productores del campo, discapacitados y adultos de la tercera edad. Gobernar juntos para que Veracruz despierte, es mi consigna.
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