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La mejor forma de enfrentar ese tipo de situaciones es, por una parte, fortalecer el trabajo coordinado entre los órdenes federal, estatal y municipal.
En ese sentido, la reforma constitucional, en materia de seguridad y justicia aprobada en 2008, nos dan la pauta para trabajar en la transformación de las instituciones de la materia, en la depuración, control y evaluación de los integrantes de los diversos cuerpos de seguridad y en su profesionalización; así cómo, en hacer eficaces los nuevos procedimientos de la justicia penal.
Por otra parte, propondré una intensa agenda social que ataque las causas de origen de los delitos.
Los delitos asociados a los cárteles de la droga, como homicidios, asalto, secuestro, robo de vehículos, van en aumento y deterioran la seguridad. |
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