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renacimiento, y ahora que está publicada me está regresando todo
lo que le di, y se lo agradezco”.

Nacida en la Ciudad de México
en 1971, Trigueros incluye en la novela fragmentos de su diario, llamado Sentimientos de la Nación.

“La primera colección se relaciona con los hexagramas del I Ching. Acaba en el 64, que es antes de la consumación, justo cuando terminé la novela. Me di cuenta de que cada diario vibraba con lo que representaba el hexagrama: el 1 que es lo creativo, el 2 que es lo receptivo... Para la segunda colección utilicé los arcanos mayores

 

del tarot, pero sólo puede llegar a 22”.

Por ahora, lleva más de 80 diarios. “Escribo cuando me siento desbordada por dentro, eso me vacía un poco,
y cuando me siento muy confusa
o con ira, me sirve para desahogar emociones.
 Antes ponía diálogos de mis charlas, ahora ya no. Ya maduré”, bromea.

En estos días, alejada del teatro, escribe una nueva novela, está apenas en el comienzo. Ya no es en primera, sino en tercera persona.

“Ahora no es cien por ciento autobiográfica, a lo mejor 80 o 50, no sé en qué vaya a acabar”.

 

esa Sandra directa y desbordada,
la historia fluyó. “Cerré el ciclo cuando terminé la novela, porque para mí
era importante escribir ese proceso
de maduración, cómo me había transformado, entender qué había sucedido”.

La escritura le exigió un clavado interior del que surgió, afirma, agotada y confusa. “Me quedé un poco vacía,
hasta odiaba mi novela, porque fue difícil publicarla y además me había dejado muy vulnerable, no sabía quién
era, por eso me costaba trabajo
relacionarme y vivir. Fue una época
oscura, pero luego hubo un

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