Los tentáculos
de la pornocultura

“No es fácil compartir la vida con alguien que trata de descifrar el significado de las imágenes de pornotortura que flotan en el ciberespacio”, escribe Naief Yehya sobre lo que significó ver cientos de horas de imágenes crueles para hacer un ensayo sobre el aumento de la violencia en la pornografía. En Pornocultura, término que define como “un conjunto complejo de valores, símbolos, modas, actitudes y maneras de entender el sexo”, se propuso contar cómo se ha producido la sexualización

de la cultura a partir de las  transformaciones de la industria, el mercado y el consumo, y estudiar la multiplicación de las representaciones de la violencia en la red.

Yehya aborda temas como el sadomasoquismo y el género gonzo –que busca poner al espectador en el centro de la escena sexual–, propone una galería de monstruos sexuales surgidos de la imaginación de cineastas y creadores de historietas, explica los orígenes del snuff –y las estafas que ha generado–, y analiza lo que llama sitios shock, webs que ofrecen sin censura imágenes de ejecuciones, cuerpos destrozados en guerras, violaciones reales y humillaciones carcelarias. Publica Tusquets.

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