Paula Bojikian era una consultora que apoyaba a emprendedores. En 2012, junto con Helena Liberatori, una ingeniera nuclear que se enfocó al diseño, decidió lanzar una fábrica de calzado artesanal.

“Cada zapato es hecho a mano, con un diseño artístico, y cada una con una historia, es arte plasmado en zapato”, dice Bojikian.

Su primera colección está inspirada en la cultura brasileña, sus fiestas y personajes típicos de su cultura.

Actualmente venden cerca de 20 pares de zapatos al mes, y el reto es subir sus ventas inicialmente en 20 por ciento y posteriormente triplicarlas.

Además, han diseñado bolsos y accesorios para diversificar su oferta.

Sus ventas las hacen mediante una página web dirigida a personas que tienen poco tiempo para visitar tiendas.

Pese a las ventajas que ofrece la tecnología, Paula y Helena se dieron cuenta que el comercio electrónico en México no ha despegado, por lo que han decidido establecerse físicamente para exhibir sus productos.

El reto es encontrar un “showroom” para tener más visibilidad e incrementar las ventas, y esperan hacerlo en los siguientes tres meses con financiamiento propio o a través de alguna institución.